¿Te toca comenzar con la alimentación complementaria y no sabes por dónde empezar? ¿Te apetece probar con el BLW y quieres saber los paseos a seguir?
En este post la Dietista – Nutricionista, especialista en nutrición pediátrica y asesora de lactancia, Melisa Gómez, te dará las claves para que el proceso sea todo un éxito y tus hijos puedan probar nuevos alimentos.
¿De qué trata la Alimentación Complementaria?
Al hablar de Alimentación Complementaria (AC) nos referirnos al proceso mediante el cual los bebés empiezan a probar, poco a poco, alimentos diferentes de la leche materna o fórmula infantil.
Es importante tener en cuenta que su objetivo será el de exponer al bebé a las distintas experiencias (texturas, olores, colores, sabores…) relacionadas con la comida, de modo que pueda desarrollar e ir mejorando su capacidad para alimentarse por sí mismo y disfrutar de las preparaciones que come el resto de la familia, además de incrementar el aporte de hierro en la dieta, nutriente especialmente importante en los primeros años de vida.
Cuándo empezar la Alimentación Complementaria
Más allá de una edad determinada, se recomienda empezar una vez el bebé nos muestre que está preparado a través de las siguientes señales:
- Puede mantener una buena postura cuando está sentado, sin irse hacia adelante o hacia los lados y sin poder recuperar su posición. Esta señal suele generar muchas dudas puesto que no siempre queda claro que no es necesario que se siente por sí mismo, sino que, una vez sentado con algo de apoyo (ya sea en la trona o en el regazo) pueda mantenerse estable.
- Se lleva juguetes u objetos a la boca sin problema, mostrándonos que es capaz de coordinar su vista con su mano y boca, por lo que podría coger una cuchara y probar alimentos.
- Muestra interés por lo que estamos comiendo o come la gente a su alrededor, puede que incluso extienda su mano para indicarnos que quiere probarlo.
- Por último, se debate si sería necesario esperar también a perder el reflejo de extrusión, que es aquel que vemos cuando devuelven con la ayuda de la lengua cualquier alimento que no sea líquido.
La mayoría de estos hitos suelen alcanzarse en torno a los 6 meses, pero puede que en algunos casos se alcancen a los 7 o incluso 8 meses.
Pese a que las necesidades nutricionales aún podrían ser cubiertas casi en su totalidad mediante la lactancia, si en torno a los 8 meses nuestro peque aún no muestra ningún interés por los alimentos ofrecidos, será aconsejable consultar con nuestro pediatra para valorar el caso y constatar que solo sea cuestión de tiempo.

Cómo empezar la Alimentación Complementaria
Los primeros alimentos por probar podrían ofrecerse triturados o en papillas, en forma de sólidos (a través del Baby Led Weaning) o combinando ambas formas, lo que también se conoce como BLW mixto.
En caso de ofrecer triturados o sólidos blandos, las precucharas suelen ser de gran apoyo, así como también ofrecer los alimentos en platos con ventosas incorporadas para evitar que toda la comida acabe en el suelo.
El agua podrá empezar a ofrecerse a partir de este momento por medio de un vaso abierto o podremos enseñarles a tomar de un vaso con pajita o antiderrame, especialmente para aquellos momentos en los que estemos fuera de casa.
No existe evidencia de que iniciar por un alimento o grupo de alimentos (frutas, cereales…) sea mejor que otro.

¿BL…qué?
El Baby Led Weaning podría traducirse como “alimentación autorregulada o guiada por el bebé” puesto que propone que sea el propio bebé quién se lleve los alimentos a la boca y vaya probando de esta forma lo que se le ofrece, a diferencia de que sea el adulto quien marque el ritmo de la comida, lo que podría suceder al ofrecer triturados con cuchara.
Con el BLW se ofrecería al bebé un trozo de alimento (por ej. un trozo de aguacate, de plátano, espaguetis boloñesa…) que se dejaría sobre su plato o bandeja, siempre cortado de manera segura (dependiendo del alimento podría ser en cuartos, rallado, molido, cocinado…), y se le permitiría cogerlo y llevarlo a su boca sin intentar interferir, salvo que sea necesario.
Esta manera de empezar con la AC fue descrita en 2005 por una enfermera británica llamada Gill Rapley y desde entonces muchos profesionales sanitarios la han estudiado y recomendado. Se sospecha también que era la manera preferida de ofrecer alimentos a los bebés décadas atrás.
¿Por qué se recomienda el BLW?
– Por respetar el ritmo de maduración del bebé, ya que debe ser capaz de coger el alimento y llevárselo a la boca y esto solo ocurrirá una vez esté preparado.
– Porque fomenta la oferta de alimentos en su forma real, por lo que el bebé puede conocerlos, aprender a comerlos y mantenerlos en su dieta (por ej. brócoli al vapor o un trozo de boniato al horno).
– Porque evitaría la sobrealimentación: partiendo de la premisa que el bebé es quién se lleva la comida a la boca, de sentirse satisfecho, dejará de hacerlo y solo jugará con la comida o no querrá nada más, mientras que con la cuchara podría aceptar más cantidad al tener un rol más pasivo.
– Porque se ha relacionado con menor selectividad alimentaria o rechazo de texturas tras el año, al exponer al peque a muchos más colores, sabores y texturas que los que se pueden lograr con triturados (una textura, un color por plato y mezcla de sabores).
¿Puede lograrse esto mismo con papillas?
Es muy probable que sí, si logramos respetar las señales de hambre y saciedad del bebé y le permitimos ser parte activa del proceso (tocar la comida, llevarla a su boca…), evitando limpiarle tras cada bocado o restringir sus movimientos.
También se ha descrito una “ventana de oportunidad” para la transición de texturas en torno a los 9-12 meses por lo que, aunque se inicie con triturados por los motivos que la familia considere, será recomendable ir progresando en la oferta de texturas más complejas cerca de los 9 meses (por ej. añadiendo arroz cocido o cuscús a los cereales o preparando unas gachas o arroz meloso).
Sea cual sea la forma de empezar que se elija, será importante recordar que se trata de una etapa propicia para empezar a sembrar los hábitos futuros que nos gustaría instaurar, para ser receptivos con las necesidades de cada peque y cada momento, y para disfrutar de las comidas en familia.
Melisa Gómez
https://www.nutrikids.es/
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